lunes, 14 de noviembre de 2016

A 10 años de la Masacre de Viejo Velasco, sigue la impunidad

Peregrinación por la Memoria, la Justicia y la Verdad el domingo 13 de noviembre, varias personas de organizaciones o independientes marcharon en Palenque, Chiapas, a 10 años de impunidad de la masacre de Viejo Velasco.

Comunidades como Nuevo Tila, Lacanjá Tseltal, Limonar, Chamizal, Francisco León, Arroyo Granizo, Ojo de Agua, Chamizal, Nuevo Jericó y observadores de derechos humanos nacionales internacionales peregrinaron en Palenque. Más de 500 personas se juntaron para denunciar la impunidad en el Pais.
"Estamos conmemorando nuestro dolor y la memoria que lucha y es justicia"

Viejo Velasco: Masacre, torturas, desaparicion, desplazamiento forzado...

Hace diez años, el 13 de Noviembre del 2006, aproximadamente las 6:00 horas, un grupo de aproximadamente 40 personas civiles proveniente de las comunidades Nueva Palestina, Frontera Corozal y Lacanjá Chansayab (miembros de la llamada “Comunidad Lacandona”), fuertemente armados y vestidos con uniformes tipo militar y de seguridad pública, entraron de manera violenta a la comunidad Viejo Velasco.


Estas 40 personas civiles armadas estaban acompañados por 300 elementos de la Policía Sectorial dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Chiapas, en ese entonces, quienes portaban armas de alto poder y de uso exclusivo del ejército, conocidas como "cuerno de chivo" y R-15; así también, eran acompañados por 5 Fiscales del Ministerio Público, 2 peritos, el Comandante Regional Zona Selva de la Agencia Estatal de Investigación con 7 elementos a su mando y un representante de la Secretaría de Desarrollo Social.1 Y -de acuerdo a testimonios de los desplazados- la coordinación operativa de esta brutal agresión corrió a cargo del Ing. Rafael Armando Arellanes (entonces Subsecretario de Acción Política del gobierno del estado de Chiapas) y del Prof. Gabriel Montoya Oceguera (quien fungía como delegado de Gobierno para la Selva Lacandona).

Todos estos agresores, de inmediato rodearon la comunidad, para posteriormente allanar las casas y cometer 4 ejecuciones extrajudiciales, 1 detención ilegal con actos de tortura, 4 desapariciones forzadas y el desalojo y desplazamiento forzoso de 20 hombres, 8 mujeres, 5 niños y 3 niñas, quienes huyeron a la montaña para sobrevivir al ataque

Bajo la lluvia comunidades de los municipios de Palenque, Ocosingo y Chilón, pertenecientes a la organización X'inich se concentraron en la estatua de la Madre Chol, en Palenque desde la 8 de la mañana para comenzar la Peregrinación por la Memoria. 

Entre pretexto ecologico y conflicto agrario en Montes Azules.


El objetivo de esta Masacre era sembrar el terror para que las familias habitantes de la comunidad Viejo Velasco, municipio de Ocosingo, abandonaran sus tierras, en el marco del conflicto agrario regional en la Selva Lacandona mismo que, por política de Estado y bajo el pretexto ecológico de “garantizar la conservación de la Reserva de Biosfera Montes Azules”, fue transformado en un intenso proceso de despojo territorial, bajo mecanismos de reubicaciones forzosas y desalojos violentos de más de treinta poblados indígenas tseltales, tsotsiles choles y tojolabales, ubicados en la zona. A principios del 2006, la negociación con este pequeño poblado de Viejo Velasco se rompió, dada la negativa de sus habitantes a aceptar la reubicación forzosa y el 28 de Marzo de 2006, la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) anunció el finiquito de este injusto proceso agrario, beneficiando únicamente a los integrantes de la llamada “Comunidad Lacandona (comuneros Maya Caribes y subcomuneros tseltales de Nueva Palestina y choles de Frontera Corozal). El gobierno entonces, inició procesos de reubicación forzada y amenazas de desalojo violento en toda la Selva Lacandona. En la zona del Valle de Santo Domingo y la Cojolita, sus esfuerzos represivos se concentraron en cuatro poblados: Viejo Velasco, Flor de Cacao, Ojo de Agua Tsotsil y San Jacinto Lacanjá.


El Estado Responsable


El Estado es responsable por acción y omisión según denuncia ante el Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento

El 4 de noviembre de 2010, se presentó, ante el Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento, el caso de la Masacre de Viejo Velasco, para evidenciar y denunciar la responsabilidad del Estado mexicano en los hechos ocurridos ese 13 de noviembre de 2006. Según la denuncia presentada, el Estado es responsable por:  
 


– acción, por ordenar y efectuar, el 13 de noviembre de 2006, un operativo en la comunidad, tal y como lo confirma el mismo gobierno, en respuesta a una solicitud de información por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); acción provocada por no resolver de forma justa y apegada al derecho internacional, la situación de reconocimiento y regularización de las tierras en la comunidad de Viejo Velasco y en la Zona del Desempeño;

– omisión, ya que a pesar de las advertencias enviadas a las instancias de los gobiernos federal y estatal, por el Comité de Defensa de las Libertades Indígenas Xi’nich, Maderas del Pueblo, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, entre otras organizaciones, acerca de los riesgos de agresión violenta en la zona, el Estado hizo caso omiso y nunca intervino en prevenir y resolver una situación que diariamente se tensaba; además de ello, después de los indignantes hechos, las investigaciones oficiales resultaron insuficientes e ineficaces, y hubo un largo retardo injustificado para proporcionar los resultados de los análisis a las osamentas de los restos encontrados el 6 de julio de 2007, así como la obstaculización para la intervención de peritos independientes.

Acto simbólico frente a la Fiscalía de Distrito Selva: "La Justicia no vendrá de arriba, somos nosotros los pueblos los constructores de paz. Aquí sólo hemos visto Impunidad. DE aquí salieron los protectores de los 40 civiles uniformados que masacraron a nuestros hermanos en Viejo Velasco."


Al final se leyo un comunicado:

Comunicado a díez años de la Masacre...





Palenque, Chiapas.
A 13 de noviembre 2016

“…es muy difícil recordar esta gran violencia
que vivimos, porque el día de los hechos yo estaba ahí”.
“…estaba embarazada de cuatro meses, salí corriendo hacía el monte, en el camino encontré a los palestinos y comenzaron a dispararme, no sé cuántas balas fueron las que me dispararon, gracias a Dios no me pegaron.” (testimonio de los familiares y víctimas)

Al Pueblo en general:

A diez años de la cruel Masacre en la comunidad Viejo Velasco, municipio de Ocosingo, Chiapas, con dolor e indignación estamos peregrinando por la Memoria de nuestros hermanos asesinados en la madrugada del día 13 de noviembre del 2006. Esta masacre fue perpetrada por 40 civiles Sub-comuneros de Nueva Palestina y de la comunidad Lacandona, acompañados por un grupo de 300 elementos de la Policía Sectorial de Chiapas; cinco Fiscales del Ministerio Público; dos Peritos; el Comandante Regional Zona Selva de la Agencia Estatal de Investigación con siete elementos a su mando y un representante de la Secretaria de Desarrollo Social, que portaban armas de alto calibre. El saldo de esta injusticia ocasionó la muerte de: Antonio Mayor Benito Pérez, Filemón Benítez Pérez y María Núñez Gonzáles y cuatro desaparecidos: Miguel Moreno Montejo, Antonio Peñate López, Mariano Pérez Guzmán y Pedro Núñez Gonzáles, todos indígenas Ch’oles y Tseltales que vivían en Viejo Velasco.



Ante los hechos de violencia ocurridos, un día después de los actos, Diego Arcos Meneses promotor de salud y otros habitantes de buen corazón de la Comunidad Nuevo Tila, que se localiza a una hora de distancia, fueron a ayudar a las víctimas: Limpiando las heridas de los lastimados; alimentando con frijol y frutos del campo, llevando ropa para cubrir a los niños y adultos, fueron sorprendidos por la Policía Estatal, deteniendo injustamente a nuestro hermano Diego Arcos Meneses, quien pasó un año en el reclusorio, acusado de homicidio calificado y girando ordenes de aprehensión para: Juan Peñate, Antonio Álvarez, Domingo Álvaro y Alejandro Álvaro, todos de la comunidad Nuevo Tila.

Ocho meses después de la Masacre, en junio de 2007, se encontró una osamenta junto con una soga y restos de ropa en el camino de viejo Velasco a Paraíso, cubierta de vegetación. El Ministerio Público se hizo cargo en levantar esos restos. Sin respeto ni piedad recogieron los huesos, les trataron como animales. Los dos restos los pusieron en una sola manta y se los llevaron, negándonos el derecho de saber la verdad durante cuatro años.

En un primer intento, hicimos llegar al Ministerio Público la petición para que nos dieran los estudios de los huesos que se habían encontrado, lo único que nos dijeron fue que los desaparecidos en la masacre de Viejo Velasco se habían ido a los Estados Unidos a trabajar; y además nos dieron huesos con restos de carne fresca que no coincidían con los restos que nosotros encontramos en junio de 2007. Para nosotros eso fue una burla, lo que hizo el Ministerio Público no es de respeto. Negar el legítimo derecho a la verdad a los familiares es un atropello de parte del Ministerio Público.

Ante la omisión y la incapacidad de los tres niveles: Federal, Estatal y Municipal, las comunidades, familiares y víctimas logramos, con el apoyo del Equipo Argentino de Antropología Forense en el 2011, tener los estudios correspondientes de los restos encontrados en la zona de la Masacre, determinando que los restos pertenecen a Pedro Núñez Gonzáles y Miguel Moreno Montejo, quienes les dimos cristiana sepultura en noviembre del 2012. Los otros dos hermanos siguen desaparecidos hasta la fecha.

Desde los primeros días de cometida la Masacre, acudimos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitando Medidas Cautelares para que el Estado mexicano buscara a nuestros hermanos desaparecidos y la protección de todas las personas afectadas en los hechos. Desde ese momento hasta hoy, a diez años, no hemos tenido resultado alguno. En el 2010, la CIDH elevó las medidas cautelares a demanda formal en contra del gobierno mexicano, que ahora debe responder sobre su responsabilidad.

Por lo tanto, exigimos:

1. La presentación con vida de los desaparecidos, “Vivos los llevaron, vivo los queremos”

2. El esclarecimiento de la masacre sucedida en la comunidad Viejo Velasco, municipio, Ocosingo, Chiapas.

3. Investigación y castigo a los responsables intelectuales y materiales: entre ellos, el profesor Gabriel Montoya Oceguera (quien fungía como delegado de Gobierno para la Selva Lacandona) y el ingeniero Rafael Armando Arellanes (entonces Subsecretario de Acción Política del gobierno del estado de Chiapas); Marta Cecilia Díaz Gordillo (comisionada especial de la Secretaría de la Reforma Agraria en el 2006) y los Sub-comuneros de Nueva Palestina y de la comunidad Lacandona.

4. Alto al hostigamiento de los familiares y sobrevivientes del caso por parte de la Procuraduría de Justicia de Chiapas.

Por lo tanto:
1. Responsabilizamos a los tres niveles de Gobierno de las acciones cometidas en la Masacre en la comunidad Viejo Velasco en el 2006.

2. Solicitamos a la sociedad Civil nacional e internacional que estén al tanto del caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

3. Invitamos a los mexicanos y mexicanas a que abran la vista: el terror y el crimen viene de los tres niveles de gobierno.

4. Hacemos un llamado al Congreso Nacional Indígena que esté al tanto de lo ocurrido y haga eco de nuestra lucha por la Memoria y la Verdad.

Atentamente:
Familiares de víctimas y victimas sobrevivientes de la Masacre de Viejo Velasco,
Coordinadora de organizaciones Sociales CDLI- Xinich’, Tsoblej Yu’un Jwocoltic, UCISECH
y Misión Santísima Trinidad.

Fotos: Pereginación por la Memoria. Palenque, 13 de noviembre de 2016 (Frayba)
+ Infos:
Boletin del Frayba
Articulo del medio libre: Pozol

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